Años 70. Barcelona vivía una eclosión de aperturas de nuevos restaurantes y bares liderados por emigrantes de otras provincias. Juan González Arellano fue uno de ellos. Tras llegar de su Navarra natal y trabajar varios años en el bar de un familiar, se lanzó a la aventura adquiriendo un local en la calle Sicília del Eixample barcelonés. Izarra nacía como un bar “de vinos” con algunos platillos y raciones, que su propia esposa, Carmen Arellano, elaboraba según dictaba la tradición navarra.
Transformó aquel bar, cuya barra siempre estaba abarrotada de parroquianos, en el Restaurante Izarra, un establecimiento basado en los platos típicos de los asadores navarros con especialidades como el chuletón, el besugo o los espárragos. El comedor, transformado en un espacio de elegancia rústica, acogedor y confortable, vio como su clientela habitual añoraba algunos platos de la antigua carta, por lo que en cocina tuvieron que volver a los guisos de antes y combinarlos con especialidades típicas de asador. Así fue como se fue gestando la cocina del Izarra, que durante 40 años se ha mantenido inalterable al paso de los años y las modas culinarias.
Alberto y Carmen González |
Los inamovibles de la carta
Tronce de merluza |
El Restaurante Izarra celebra este año su 40 aniversario como mejor sabe hacerlo, venerando a la cocina navarra de alta calidad, basada en las mejores materias primas. Trabajan con producto preferentemente de Km 0, aunque eso sí, todo lo que no se encuentra a su alrededor a la máxima calidad, lo seleccionan en su punto de origen.
Panchineta Navarra |
El pescado lo traen de Santander si es pieza grande, y de las costas barcelonesas si se trata de atún, pulpitos, espardenyas, txipirones, sardinitas o gambas. Para buscar su chuletón de buey van a productores gallegos, y el lechazo es de Burgos, como manda la tradición. Ahora bien, las verduras las combinan entre productores locales y algunos de la huerta de Tudela, sobre todo en temporada de espárrago fresco y alcachofa. Y en el apartado de los postres, no se quedan atrás, pues todos son artesanos, elaborados en la pequeña cocina del Izarra, como El tocinillo de cielo, La Leche frita, los Canutillos de hojaldre rellenos de crema, la Tarta de limón con merengue o la típica Panchineta navarra, entre otros.
Todo ello, puede maridarse con alguna de las más de 100 referencias de vinos de la bodega del Izarra, un surtido cuidadosamente seleccionado y que no desprecia ninguna Denominación de Origen.
Saga de hosteleros
Desde hace ya algunas décadas, en el comedor del Izarra controla y sirve con estilo y clasicismo Alberto González. Él y su hermana Carmen (en cocina) cogieron el relevo a sus padres para continuar con esta saga de restauradores. Autodidactas, nacieron en el restaurante y eso se palpa, pues han heredado no solo su sensibilidad hacia la cocina y el servicio en sala, sino también su estilo inconfundible hacia sus comensales. La vieja escuela hace honor en esta casa de comidas, pues el respeto y el servicio hacia el cliente es su máxima premisa.
Restaurante Izarra
C/ Sicília 135, Barcelona
Teléfono: +34 932 45 21 03
www.restauranteizarrabarcelona.com
E-mail: rteizarra@gmail.com