Le Tarn, al norte de los Pirineos y en el sur de Francia, es uno de los departamentos franceses que componen
la región de Mifi-Pyrénées. La región es una de las más ricas en cuanto a historia y cultura, rodeado de unos paisajes excepcionales y una gastronomía única.
Para los que desean saborear el Tarn qué mejor que con los
productores del movimiento “Locavores”. Este movimiento propone alimentarse
solo con productos cultivados en un radio de 160 kilómetros. Entre esos productos
destaca el ajo rosa de Lautrec, el azafrán del Tarn y los diferentes embutidos
curados como el Melsat, una especie de
morcilla blanca hecha con pan, huevos y carne que debe cocerse en agua durante
más de una hora y se sirve fresco, frito o cocido en sopa. La bougnette es
bastante parecida al anterior en cuanto al relleno, su diferencia es su
envoltorio (una tripa de cerdo) y que tiene aspecto de buñuelo. Se come fría o
asada.
En cuanto a su tradición vitivinícola en la región de
Gaillac, se agrupa a un centenar de bodegas particulares y tres cooperativas.
La variedad de los terruños y la antigüedad del viñero producen vinos muy
elaborados, con una amplia gama de blancos secos, dulces y primorosos, tintos y
rosados. Si se quiere descubrir la riqueza vitivinícola de la zona lo mejor son
sus rutas para descubrir las Denominaciones de Origen.