
Custo, por su lado, la recibió como lo que él llama una “propuesta emotiva”, pues se declara consumidor de Viña Esmeralda desde siempre y recuerda como la estilizada botella verde de Torres era imprescindible en sus cenas con amigos y sus veladas románticas en la Barceloneta, cuando las mesas todavía estaban sobre la arena de la playa. Y de eso hace ya mucho tiempo… Motivado también por el particular aroma afrutado, fresco y floral de Viña Esmeralda, un vino excepcionalmente delicado y aromático, Custo se lanzó al proyecto tras dar con el concepto apropiado, igual que cuando se enfrenta al diseño de sus colecciones.

Para el estuche, el diseñador propone una caja decorada en dos de sus lados por un rostro de mujer, al más puro estilo de los estampados de las prendas más llamativas de Custo Barcelona, reservando uno de los lados de la caja para escribir, sobre un alegre y festivo fondo rosa, Viña Esmeralda by Custo.