Cruzar la puerta principal del Yurbban significa adentrarse en una tranquilidad poco usual en pleno corazón del bullicio barcelonés. Los colores poco estridentes y la luz tenue invitan a sentarse en aquella amplia mesa de madera ya preparada para disfrutar del desayuno. Pan con tomate, fuet, tabla de quesos, judías con butifarra, distintos tipos de cocas y variedad de zumos, componen el desayuno a la catalana que el hotel ofrece a sus huéspedes. La intención es que los clientes vivan como un barcelonés, que saboreen la esencia de lo local y en definitiva, de lo auténtico: life as a native (vive como un nativo), tal y como su propio lema indica.
Uno de los productos más sorprendentes del almuerzo son los zumos. "El de la resaca", "el depurativo" y "el enérgico", nos comenta la directora del hotel, Norma Galofré. Jugos cien por cien naturales exprimidos al momento, que combinan las frutas tradicionales como la naranja con la remolacha o la zanahoria, aportando un toque distinto y agradable al paladar, a la par de saludable. Es importante destacar que todos los alimentos provienen de Cataluña, potenciando así el producto autóctono de mejor calidad.
Una vez con la barriga llena, procedemos a una visita por el hotel. La suave luz reina en todo el edificio, no tan sólo en la entrada. Un toque romántico que seguro que muchas parejas agradecerán durante su estancia.
El hotel se conforma como un edificio inteligente, ecológico y original, y sus 56 habitaciones son una muestra de ello. Se trata de pequeños detalles hacia el cliente que hacen su paso por el hotel más divertido: posavasos de madera en forma de palés o rótulos de "Staff only, unless you bring pizza" (Sólo personal, a menos que traigas pizza) son tan sólo dos de los simpáticos y originales guiños que los huéspedes pueden disfrutar. Sencillos gestos que aportan al Yurbban Trafalgar ese aire rejuvenecedor que muchos andan buscando, tal y como indica su nombre: Yurbban, una mezcla entre young (joven) y urban (urbano). Otro concepto de turismo urbano y local al que no estamos acostumbrados.
Visitamos todas las instalaciones y alguna habitación, pero sin duda alguna, la joya de la corona del Yurbban es su terraza situada en la última planta. Nos han dejado lo mejor para el final, pues aquí finaliza el tour. Piscina y zona de relax sin edificios altos alrededor por los que sentirse observado. Además cuenta con una panorámica inmejorable: vistas a la Sagrada Familia, a la Torre Agbar, al mar... El cliente tiene Barcelona bajo sus pies.
Si la intención de la visita a la Ciudad Condal es adentrarse en la cultura local, el Yurbban Trafalgar es un opción excelente a tener en cuenta. Tanto para familias, como para parejas o incluso para aquellos que viajan por negocios. Barcelona merece la pena conocerla desde dentro e ir más allá de la errónea imagen compuesta por los toros, el flamenco y la tortilla de patatas que el turismo quiere vender de puertas para afuera.