Finca los Hoyales. 100% Tempranillo |
Finca Los Hoyales 2012 es un vino tinto elegante y singular, de la D.O Ribera del Duero, que con un número reducido de botellas se dirige a los amantes de historias únicas e irreproducibles. Elaborado a través de la viticultura biodinámica, este nuevo vino de Bodega Cruz de Alba dará mucho que hablar, ya que transmite los valores auténticos de unas cepas concretas.
Un terruño muy especial situado en la finca Los Hoyales, dentro del viñedo de Cruz de Alba, con más de 50 años, en el término de Padilla de Duero, entre Peñafiel y Valladolid. Desde esta bodega pequeña y artesanal en plena milla de oro de la Ribera, su enólogo Sergio Ávila destaca por su respeto a la naturaleza y por la búsqueda del equilibrio con el entorno como modo de vida.
Sergio Ávila, enólogo de Finca los Hoyales |
Con una producción limitada, las 6.000 botellas de esta añada 2012 se han elaborado con todo el esmero y dedicación que el propio vino nos ha ido diciendo, desde el mismo momento de su vendimia. La parcela pertenece al viñedo más antiguo de la finca, con cepas plantadas hace 53 años, donde la tierra es muy pobre y se expresa con intensidad y nos da un rendimiento muy escaso.
Sin embargo, son las plantas quienes se autorregulan para cubrir sus necesidades y así ofrecer lo mejor de ellas: “Ya lo decía mi abuelo. Si el terreno no vale para patatas, hay que plantar trigo, si tampoco éste se da bien, entonces pon cebada. Y si no, centeno. Si ni siquiera es bueno. Entonces planta tu viña”, dice el enólogo. La cosecha 2012 fue muy buena, a pesar de los cambios climáticos que sufrió la añada. Porque, como bien explica, ningún año es igual que el anterior, “por eso, empezamos de cero en cada ciclo.El sabor, el color y el aroma de nuestro vino dependerán exclusivamente de la acción de la Naturaleza sobre los cultivos”.
Finca Los Hoyales es un exclusivo vino recién llegado al mercado elaborado con una fermentación en barricas de roble y una maloláctica en barrica de roble francés nuevo, donde permanece durante 22 meses y descansó otros 10 en botella sin filtrar antes de ser lanzado al mercado. Se trata de un nuevo cien por cien tempranillo, cuya uva se recoge a mano, según el dictado de los astros.
Asimismo, se cuida con elementos agrohomeopáticos en un suelo arenoso, que da como resultado ejemplares exclusivos, finos y elegantes. Habla por sí sólo para dirigirse al consumidor sin más intermediarios que la naturaleza misma: “Lo podíamos haber hecho antes, nos dicen algunos, pero es que en el campo hay que observar mucho antes de entender las cosas. Aspiro a comprender el conjunto de fuerzas de la naturaleza que nos da su fruto y respetar su equilibrio”, afirma Sergio Ávila.
El vino es de un limpio color cereza oscuro con bordes granates. Un gran surtido de notas aromáticas se abren lenta y suavemente y van tocando todos los espectros. Los frutales, en la gama de fruta negra, como las ciruelas muy maduras, y los especiados, con algo de nuez moscada, clavo y hojarasca.
La sensación en boca tiene una entrada sedosa y amplia que empieza lineal y poco a poco va desenrollando todas sus capas, abriendo registros balsámicos y minerales, dentro de una gran viveza de grosellas y arándanos, con un fondo tostado y mineral, que deja un largo recuerdo en el paladar.
Todos los detalles se han cuidado al máximo, incluso en la presentación: con una botella de borgoña de aspecto robusto, luce una etiqueta hecha de tela y de un color natural donde una ilustración muestra el gesto sencillo de dos manos que ofrecen el fruto, “directo de la tierra hasta ti”.
En definitiva, es un vino tinto único recién llegado, que con la honestidad y naturalidad que caracterizan a la bodega, quiere compartir un pedacito de historia que ocurrió en el 2012 en un pequeño viñedo en la Ribera del Duero. Precio: 59 euros
David Robledo, Rodolfo Bastida y Sergio Ávila |
SOBRE BODEGAS CRUZ DE ALBA
Bodegas Cruz de Alba, comenzó su primera elaboración en el año 2003. Situada en el entorno de Peñafiel, cuenta con 40 hectáreas de viñas, cuya plantación comenzó en 1963, en espaldera y a una altura de 700 metros de altitud en suelos franco arenosos muy pobres.
El viñedo cuenta con unas condiciones inmejorables para la producción de vino de calidad. Además, existe una considerable proporción de viña vieja, lo que ayuda a la hora de obtener vinos con un marcado carácter. Son numerosos los premios que ha recibido la bodega. Cruz de Alba recibió el premio al Mejor Tempranillo del Mundo 2013 y ha recibido numerosas medallas de oro en numerosos concursos internacionales desde su fundación.
PARA MÁS INFORMACIÓN
Verónica Zabala | vzabala@noho.es
Ana I. Población | apoblacion@noho.es