El 17 de junio el majestuoso velero arrió las velas
y ató cabos en el puerto de Barcelona. Donde estaría atracado 3 días repletos
de eventos, en los que se darían cita el buen gusto, el glamour y por supuesto
el whisky de primerísima calidad.
Su llegada a la ciudad Condal comenzó con una
exquisita cata de whisky, donde los invitados pudieron degustar el aclamado JOHNNIE WALKER BLUE LABEL, entre otros; disfrutar
de un día conociendo los secretos e historia de la conocida marca, así como
visitando las estancias del velero.
En contraposición, su despedida se trasladó a la
caída del sol. La noche se tiñó de elegancia, mientras que en el buque los
asistentes disfrutaban de una agradable velada, donde la música, los cocteles y
canapés, hacían las delicias de los comensales. Una parada corta, pero intensa del JOHN
WALKER & SONS VOYAGER, que dejó a Barcelona con un buen sabor de boca.