Pontevedra. Ha nacido una nueva añada de Pazo de Señorans Selección de Añada, la 2006, un gran vino que sólo se elabora en añadas excelentes. Este 100% albariño de pago procede de una selección de uvas de la fina Los Bancales, con un viñedo de más de 45 años de edad plantado sobre suelo de xabre.
Pazo de Señorans Selección de Añada 2006 es un albariño con más de 30 meses de crianza en acero inoxidable sobre lías y alrededor de un año en botella, lo que le confiere un gran volumen y cuerpo en boca, algo muy característico de este vino, que está considerado como uno de los mejores blancos de España por la crítica nacional e internacional. La anterior añada, 2005, fue galardonada con una “Gold Medal” en los premios anuales a los mejores vinos del mundo que organiza la revista británica “Decanter” y una “Grande Médaille d’Or” en el campeonato mundial de cata de vinos y espirituosos celebrado el año pasado en Bruselas.
Pazo de Señorans Selección de Añada 2006 es un albariño con más de 30 meses de crianza en acero inoxidable sobre lías y alrededor de un año en botella, lo que le confiere un gran volumen y cuerpo en boca, algo muy característico de este vino, que está considerado como uno de los mejores blancos de España por la crítica nacional e internacional. La anterior añada, 2005, fue galardonada con una “Gold Medal” en los premios anuales a los mejores vinos del mundo que organiza la revista británica “Decanter” y una “Grande Médaille d’Or” en el campeonato mundial de cata de vinos y espirituosos celebrado el año pasado en Bruselas.
A nivel nacional, la misma añada recibió también la Medalla
Gran Oro en la Guía de Vinos, Destilados y Bodegas de Galicia 2013; además de
una puntuación de 96 puntos sobre 100 en la Guía Peñín 2013, la más difundida y
más internacional de las guías españolas de vinos; y 95 puntos en la Guía
Proensa y en el Anuario de los Vinos de El País.
Pazo Señorans Selección de Añada 2006 tiene una gran
intensidad y una remarcada expresión varietal, destacada por fruta de hueso,
orejones, membrillo y níspero, además de tonos balsámicos, notas tostadas y
pétalos de rosa. Vivo, brillante y de color amarillo pajizo, resulta un vino
elegante y armónico, con sensaciones persistentes de fruta en plena madurez y
con una maravillosa evolución en botella.