A punto para ser consumidos, con la frescura, el temperamento y la viveza de los vinos con mínima estancia en barricas. Así son los vinos jóvenes de Mont Marçal. Vinos del año, ricos en aromas primarios procedentes de las variedades que los originan, y óptimos para acompañar cualquier tipo de plato. Juventud y vitalidad en estado puro, con Denominación de Origen Penedès.
Blanco
Las variedades de Xarel·lo, Sauvignon Blanco y Chardonnay dan origen al vino Blanco Joven de Mont Marçal. Su presencia cautiva al instante, por su color amarillo pálido brillante con reflejos verdosos. Su aroma intensamente afrutado desprende notas de manzana madura, flores blancas y un fondo tropical, persistente y elegante. En boca se muestra igualmente afrutado, bien estructurado, suave y ligero, fresco y redondo. Entre sus mejores indicaciones destaca su excelente pacto con platos ligeros a base de pescados y mariscos, así como pastas, arroces, carnes blancas, salmón e incluso quesos secos. Se recomienda servir a una temperatura de entre 8 y 10º.
Rosado
Intensamente vivaz, el vino Rosado Joven de Mont Marçal combina a la perfección las variedades de Merlot y Cabernet Sauvignon. Impacta su llamativo color rosado grosella, de gran atractivo, con sutiles reflejos violetas. El aroma, intensamente afrutado, ofrece notas de fresa, cereza y frutas silvestres. El gusto corresponde a su aroma, afrutado y elegante, suave en conjunto y con una gran personalidad. Resulta excelente como aperitivo, así como acompañamiento perfecto de platos ligeros a base de pescados, mariscos, ahumados, quesos, arroces, carnes ligeras, entrantes, etc. Se recomienda servir frío, a una temperatura de 8 a 10º.
Tinto
El vino Tinto Joven de Mont Marçal aúna en equilibrio las variedades de Merlot, Syrah y Tempranillo 33%. Unas variedades que dan como resultado un vino de color rojo cereza intenso y muy brillante, con tonalidades violetas. El aroma es intensamente afrutado, con notas de frutos rojos como las moras y las grosellas, con recuerdos florales como la violeta y con fondo de regaliz. En boca se muestra potente y estructurado, con abundancia de fruta madura, largo y persistente. Se trata de un vino muy indicado para tomar como aperitivo o acompañar platos ligeros a base de pescados y mariscos, pastas, arroces, carnes blancas, salmón e incluso quesos secos. Se recomienda servir entre 8 y 10º.